A cuerpo de rey: Casa Palacio de los Condes de Garcinarro

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A cuerpo de rey: Casa Palacio de los Condes de Garcinarro

A cuerpo de rey: Casa Palacio de los Condes de Garcinarro

Nada mas cruzar las portadas de la Casa Palacio de los Condes de Garcinarro sientes que has entrado en otro tiempo. Este edificio del siglo XVIII alberga actualemente un hotel donde poder relajarse del bullicio de las ciudades y escapar de las prisas. Desde el antiguo zaguán, actual recepción, sientes esa paz que ofrecen sus grandes muros de piedra. El escudo que la preside es el de los Condes de Garcinarro, condado otorgado en 1716 por el Archiduque Carlos de Austria. José Antonio de Parada y Vidaurre, Flórez y Mendoza nació en Huete en 1685. Fue el II Conde de Garcinarro y fundó esta casa palacio. En su escudo vemos las armas de sus apellidos flanqueadas por sierpes aladas. 

 

Fue Jose Antonio de Parada quien llevó a su palacio de Huete los cuadros del famoso pintor Paolo de Matheis, discípulo de Luca Giordano. Hoy en día pueden contemplarse obras de este artista en el Museo del Prado. El gran poder que ostentaba la Casa de los Parada se puede ver en Huete en el Convento de Jesús y María, y en el Monasterio de la Merced. Cuentan que el rey Felipe III estuvo alojado en este palacio en uno de sus viajes.

Al acceder al distinguido edificio nos recibe su pintoresco zaguán que nos deja intuir sus antiguas caballerizas, actualmente convertido en comedor, y su antigua bodega, donde ahora pueden disfrutarse los vinos de esta tierra. El patio castellano es el centro del alojamiento, en torno al que se disponen 14 habitaciones. Algunas de ellas conservan los antiguos cortejadores de la época, donde las damas podían sentarse junto a la ventana a coser, leer o esperar que algún caballero la cortejase, en presencia por supuesto siempre de su madre.

 

Es un lugar lleno de encanto en el que merece la pena llagar sin prisa, sin reloj, sin móvil... y dejarse caer en alguno de los sillones de la planta noble, donde en su salón las tardes de invierno se enciende la chimenea para disfrute de todos sus huéspedes.



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